LA TERAPÉUTICA DE LA IMAGINACIÓN MATERIAL-DINÁMICA (T.I.M.D.)

Una terapéutica pionera

La Terapéutica de la Imaginación Material-Dinámica, fundada por Susana Rotbard, desarrolla el potencial imaginativo y afectivo del paciente por mediación de técnicas que estimulan la creatividad.

 

El paciente realiza en intimidad una producción con materiales y objetos diversos. La estimulación de los cinco sentidos y el despliegue de la gestualidad permite la conexión con acciones reflejas, sensaciones, percepciones, imágenes, símbolos, vivencias, sentimientos, algunos de los cuales nunca alcanzaron el nivel de conciencia. 

 

Se interpretan signos del funcionamiento rítmico del paciente; estos signos provienen de los propios ritmos presentes en las formas de trabajar del paciente y en las cualidades de proporciones, magnitudes, superficies, repeticiones, etc., de la producción realizada.

 

Dichos ritmos provienen de cualidades rítmicas presentes en los diferentes tipos de afectos predominantes:

  • Ritmo relámpago: cólera, miedo, sorpresa y disgusto
  • Ritmo ondulatorio: alegría-tristeza, cansancio-energía, bienestar-malestar, tensión-relajación, pesadez-levedad

Los signos de los ritmos proyectados en la producción provienen de los ritmos que predominan en los hábitos de conducta que guardan una correlación con el funcionamiento psicosomático del paciente. Es por ello que la T.I.M.D. aunque reconoce fundamentos en el psicoanálisis, atraviesa sus fronteras para acceder al funcionamiento global (psicosomático) del sujeto.

Respecto del psicoanálisis

El aspecto novedoso de la T.I.M.D. se conjuga con desarrollos del psicoanálisis. La técnica psicoanalítica de asociación libre verbal y de interpretación de los sueños se extiende a la producción creativa realizada por el propio paciente, que la analiza en colaboración con el terapeuta.

 

Sin embargo, la T.I.M.D. se diferencia tanto de la interpretación psicoanalítica de los sueños como de la interpretación del Arte-Terapia en cuanto el análisis del contenido de las creaciones y de los sueños se focaliza en la descripción y comprensión de signos materiales (texturas, colores, densidades, etc.) y dinámicos (movimientos, ritmos, proporciones, etc.).

Psicosomática y terapia vincular

La T.I.M.D. es una terapia vincular en varios sentidos.

 

  • Atribuye una importancia fundamental a las relaciones pasadas y actuales del paciente con su entorno social-afectivo, además de analizar su desarrollo y posibilidades actuales de acción  y de sanación.

 

  • Otorga relevancia a la relación emocional-reparadora del terapeuta con el paciente  y en este sentido, forma parte del proceso de curación, ampliando el vínculo transferencial del psicoanálisis clásico.

 

La idea que sustenta esta modalidad vincular de la T.I.M.D. es la unidad biológica, psicológica y social del individuo.

Desde los comienzos de la vida, la interacción del cuerpo y su entorno modela lo biológico, construyendo la subjetividad. 

 

Podemos condensar esta concepción en la imagen de la "Cinta de Moebius": la unidad psicosomática estaría representada por una sola superficie que aparenta dos caras; la cara exterior es la subjetividad, en constante transformación de lo somático (cara interior) en su relación con el medio intersubjetivo.

 

Terapia sistémica y cognitiva

La T.I.M.D. también posee algunos fundamentos de la terapia sistémica en tanto concibe al sujeto como parte de un sistema familiar-social, pero también porque trabaja con el sistema psico-neuro-hormono-inmunológico, que es vincular.

 

De la psicología cognitiva toma el concepto de esquema de imágenes que provienen del cuerpo como modelo real de sistemas de pensamiento.